EL CUENTO DE NUNCA ACABAR…

jueves, 23 de septiembre de 2010

Editorial

EL CUENTO DE NUNCA ACABAR…

De nuevo las inundaciones derivadas de la temporada de huracanes hicieron de las suyas en las zonas más vulnerables del estado de Veracruz.

La población nuevamente se desbocó y despotricó en contra del gobierno estatal y federal, ¿la causa? La falta (según los afectados) de apoyo por parte de Felipe Calderón y de Fidel Herrera ante la contingencia.

Los entusiastas marinos como en anteriores contingencias, sin importar la bandera del presidente, se han mostrado en la mejor disposición de ayudar en las zonas afectadas, con la repartición de víveres y sobre todo con la remoción de escombros que impiden el libre paso de alimentos y enseres necesarios para la subsistencia de los veracruzanos.

Independientemente de la inagotable energía mostrada por los marinos, la sociedad se siente olvidada por el gobierno y sobre todo por los gobernantes que ellos eligieron con la esperanza de un futuro mejor y una vida digna.

No se duda de las buenas acciones e intenciones de los gobiernos, es bien sabido que los desastres naturales jamás pueden ser controlados ni predecibles, “hasta al mejor cazador se le va la liebre”, recordemos la etapa en la que el Huracán Katrina devastó la ciudad de Nueva Orleans y el gobierno de la nación más poderosa del mundo se vio superado por la contingencia, efectos que aun resienten los pobladores.

Puede considerarse que los gobiernos cumplen con la obligación de prevenir y emitir alertas sobre la posible presencia de huracanes y demás ciclones que pueden poner en riesgo la vida de los habitantes, sin embargo, los ciudadanos son quienes toman la decisión de acatar o pasar por alto las indicaciones de las autoridades.

Cabe la duda de designar al culpable ante la tragedia, ¿serán los lugareños por ignorar las indicaciones de las instituciones? O acaso ¿serán las autoridades las culpables por no poder cubrir las necesidades de seguridad que requieren sus gobernados?

O mejor aún, ¿se podría dar un empate técnico entre autoridades y veracruzanos? Derivado de la negligencia de ambos, dejando la responsabilidad a terceros o como se dice en el sentido vulgar “echándole la bolita al otro”.

La moneda seguirá en el aire durante años mientras autoridades y gobernados no establezcan un acuerdo en el que ambas partes cumplan sus obligaciones a fin de evitar tragedias de mayor magnitud.

Lo rescatable entre tantos dimes y diretes, es la sociedad de México que ante la desgracia y desventura de sus compatriotas se une y brinda una luz de esperanza ante esta historia de nunca acabar…

0 comentarios: